"Yo soy Bea"... No, Ruth... No, Bea... No, Ruth...
Por David Cacho / dcacho@informativost5.com
Os lo digo. Hay dos personas a las que no les arriendo la ganancia: David Fernández, el hombre detrás de Rodolfo Chikilicuatre durante cuatro meses, y Ruth Núñez, Bea para los amigos. Me los imagino como al pobre Kane de Alien, con el monstruito saliendo de sus entrañas y devorándolos a ellos mismos. Porque... ¿Alguien cree que ha podido salir indemne la personalidad de los pobres Ruth y David? Ni Hillary Clinton, ¡¡¡ni Esther de OT!!! habrían sido capaces de superar incólumes el envite de personajes tan acaparadores, e incluyo a Bill Clinton...
Los dos son el argumento de una buena película, trágica por supuesto, o como mínimo de una comedia triste al estilo de El apartamento.
A David Fernández no lo conozco personalmente, pero a Ruth Núñez la he entrevistado unas cuantas veces. Mejor dicho, una a ella y unas cuantas a su personaje. Porque nos habían dado órdenes estrictas de grabarla con el traje de faena. Recuerdo que un día, al terminar la entrevista, le dije que, si quería, ya podía hablar con normalidad. Ella me miró con cara de psycho-killer y sólo ahora, comprobando que tiene la misma voz que Bea, he llegado a entenderlo. Sí, amigos, éste soy yo: un metepatas lento de reflejos...
Este martes Ruth Núñez y Alejandro Tous -Bea y Don Álvaro- se pasaron por la redacción de Informativos Telecinco. Ella, con cara de al primero que insinúe lo poco que ha cambiado Bea tras la metamorfosis le meto el pack de 50 deuvedés de la serie por bendita sea la parte... Él, encantador, risueño, guapísimo, con una barba de tres días a lo qué pasa, yo también he tenido que ponerme traje y corbata durante dos años. Hijos míos, Stanislavski es lo que tiene...
Pero a lo que iba: mientras mis compis miraban de reojo -todo dignos- a los protagonistas de la serie, ellos me contaban que han sido dos años y tres días -y casi sus noches- trabajando en Yo soy Bea.
-¿Habéis ido apuntando los días en un calendario?, les dije yo de coña.
-Sí, sí, como en una cárcel, respondieron ellos al unísono. Y os juro que ése fue el único momento en que vi sonreir a Ruth Núñez. Enternecedor... Yo la entiendo. Una chica que ha tenido que rodar una escena con un ventilador en la cara tiene todos mis respetos.
Y mira, me alegro: Ahora que Bea y el Chikilicuatre han muerto -al menos de momento- yo me sé de dos que van a descansar en paz...
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